Han salido de trabajar, van siendo las 6 y 30 de la tarde, su compañero de oficina le invito a tomarse un cafecito en una cafetería cerca, se fueron juntos en el auto, una camioneta muy amplia, a veces se íban todos a pasear en ella. Se sentaron en la cafetería y pidió un café pequeño para él y otro para ella, junto a dos copas de vino blanco.
Tomaron tres copas cada uno, charlaron mucho, rieron de las travesuras hechas en el último paseo de la empresa, o mejor de los compañeros. Siempre todo muy sano, sin cachondeos.
Estuvieron cerca de dos horas conversando, ¿nos podemos ir? –le dijo la chica.
Claro: le respondió. Canceló la cuenta y nos fuimos a su auto, eran cerca de las 9 de la noche. Se fue muy despacio, estaban embelesados en la conversación. De pronto se detuvo a un lado de la carretera, puso su mano en la pierna de la chica…
La vida está llena de placeres y me gustaría descubrir los tuyos.
Ella se quedó en silencio.
Sólo si tú lo deseas, le dijo el chico.
El chico es bien guapo, pero un poco joven para su gusto, sin embargo acepto el reto.
Empezó a acariciar su cuerpo, besándole con una experiencia única, ella le correspondía con la misma pasión. Qué bien besas –le dijo susurrando el chico.
Fue desnudándola poco a poco, sin prisas, igual le hice ella, desnudó su cuerpo siempre besándola. El chico le acariciaba cada parte de su cuerpo, ella disfrutaba cada toque de su piel, su cara, su boca, su pelo… acariciaba, tocaba, mordía, chupaba, pasaba sus labios, su lengua por todos lados…. era como si estuviera descubriendo su geografía corporal, se centraba en las caricias desde arriba hacia abajo, que maravillosas manos tenia, sentirlas era como llegar al cielo, besaba sus senos, los pezones entre sus dientes, los pellizcaba suavemente, no tocaba sus genitales, pero le hacía volar!!
La recostó sobre el asiento que era reclinable y metió su lengua húmeda, la ponía en U para tocar cada parte de su sexo, mientras sus manos seguían recorriendo su cuerpo, de punta a punta. Quiero que veas que tengo muchas formas para hacerte feliz, -le decía el chico.
Y vaya que si las tenía!!
Sintió mi orgasmo latente, no podía más, el chico empezó a succionarle, -que sensación tan intensa-!!! Siguió hasta que terminó ella sus gemidos.
La chica se sentó y se dispuso a quitarle su interior, pues aun lo tenía puesto, ohhh!, ¡¡nunca había notado cuanta potencia tenia este chico!!! Al quitárselo, quedo al descubierto un enorme miembro, bien alzado, apuntando al cielo!!! Hermoso pues se veía muy sano. Empezó a lamerlo con mucho tacto y cuidado, luego lo metió en su boca, mordiéndole con suavidad y a ratos un poco más duro, pegaba griticos de placer, aunque le dolía cuando lo mordía, lo succionaba y seguía lamiéndole, pasó a sus testículos, el chico se veía no resistiría más, ella se detuvo y le dijo: “quiero sentirte dentro de mí”, se acostó de nuevo y la penetró con firmeza y ganas, pegó un grito pues sentía dolor, era grande y la lastimó.
Lo saco? Dijo el chico…
Nooo, le dijo, sigue ya me acostumbrare, siguió entrando y saliendo, pero con cuidado, cuando sintió que ya no le producía dolor le hizo más fuerte. Que placer tan intenso el de los dos.
De repente paró y le dijo: “ponte de espaldas”.
No soy de hacerlo por detrás. Contestó ella.
Te hare despacio, -dijo-,
Con miedo por ese miembro tan enorme, pero con deseo se volteó y le puso su trasero.
Lo acariciaba, pasaba de nalga a nalga, besándolo, acariciándolo. “Que culo tan enorme, como me ha gustado siempre”, le daba besos, pasaba su lengua de uno a otro lado, luego abrió sus glúteos y empezó a penetrarle, mordió sus labios, pues le dolía.
El chico se quedó quieto, le pregunto si seguía. Ella dijo: “espera un momento”, paró de tratar introducírsela, pero no dejaba de acariciarle, su espalda, sus senos, besándole, pasando sus dedos lentamente, mordiéndole… y mientras lo hacía iba introduciéndola más, ella solo sentía esas caricias tan intensas, luego noto como entraba y salía, no se dio cuenta en que momento termino de entrar. Continuaba acariciándole, ahora sentía sus caricias y su sexo dentro de su trasero… sin saber cuál de las dos le causaba mas placer.
¡¡Vente ya!! le decía, si no lo haces yo tampoco lo haré… seguía ahora con fuerza, tomaba sus caderas con las manos para hacer más intenso su entrar y salir. Sus caricias se volvían más fuertes también, pero que bien le agarraba ese chico… ¡¡vamos!! -Dijo ella, se movía al ritmo de sus acometidas… ahhh dale, ¡¡más le gritaba!! Su ímpetu al tomarla, al tirarla por detrás; era subir a las nubes, como nunca lo experimentó. Llegaron juntos al orgasmo, se quedaron así un buen rato.
Se vistieron, para seguir la ruta. Al llegar al departamento de ella, le dijo:
Eres sensacional,no ha habido chica con la que haya disfrutado tanto. También gracias por hacerme ver que hay herramientas y recursos para hacer feliz a una chica. No solo mi pene por ser grande tiene que ser el protagonista de la fiesta.
Es la primer vez que me penetran mi trasero y no sentí tanto dolor, sabes hacer feliz a una chica, aunque a ratos sentía que tu pene me torturaba pero sabias como moverlo para que me sintiera bien…
Dándose un apasionado beso se despidieron.
