Abril 21( día lunes) fui a mi radioterapia, la cita era a las 11 de la mañana, me he sentido un poco mal, cuando entré a la radiación, me dijo el chico que me veía muy colorada y que si había tenido fiebre, le comenté que el sábado la tuve y en la mañana tos. Dijo: espera aquí un momento sentada ya vuelvo, me senté y me llamaron a la radiación cuando él mismo joven dijo que aun no podía entrar y me llevó aparte. Luego llegaron dos médicos bien ataviados y protegidos, preguntaron mis síntomas y dije cuales eran, llegó un enfermero con una silla de ruedas, pregunté que pasaba y dijeron me tenían como sospechosa del COVID-19. Me llevaron a un cuarto en el sótano, pequeño, todo cerrado. Llamé a mi compañero y el fue rápido a la clínica, no lo dejaron verme. Me quedé sentada en la camilla, todo se me vino encima. Allí aislada, lejos de todo el mundo. ¿ Y mi hijo? ¿ Lo volveré a ver? ¿Podré volver a abrazarlo y decirle que le amo? ¿ Mis otros hijos? ¿ Mis nietos? ¿ Mi marido?... pensé en salirme e irme, tomé mi carpeta y me paré para salir, pero... ¿ Y si estoy contagiada de veras? ¿ Cómo voy a hacerle ese mal a otras personas, empezando por el taxista? ¿Cómo voy a infectar a mi familia? me senté de nuevo, sentía un nudo en la garganta, una desesperación impresionante, me sentía derrotada.
¡DIOS NO DEJES ME QUIEBRE! No dejes Señor caiga en depresión, no permitas Señor que me quiebre, por que si lo hago sería como desconfiar de ti. Ayúdame Señor a superar esto, si me has mantenido en pie durante todo este año, AYÚDAME a tomar la mejor decisión, a aceptar lo que pueda venir Señor, siempre de tu mano por favor mi Señor bendito, mi corazón llora mi Señor, no se si volveré a ver mis hijos, mis nietos, mi marido, Señor, mi Padre Divino no me dejes quebrar, no lo permitas, yo se que no tengo eso, He estado expuesta mi Señor al salir de mi casa, pero tenía que hacerlo para venir. DIOS BENDITO, DIOS.... le oraba a mi Señor por que tenía un desespero total, no sabía si irme o quedarme. No sabía nada, mi mente estaba en blanco y dos lágrimas aparecieron por mis ojos, sostuve mi cabeza entre mis manos, no me iría afrontaría lo que fuera, aceptaría el hecho de no volver a ver mis hijos, de saber que no los contagiaría a nadie de los míos así muriera sola. Limpié mis lágrimas y me recosté en la cama, viendo desde allí las aseadoras bien protegidas limpiando afuera, las enfermeras... mi mente en blanco.
Sonó mi móvil y era mi esposo, desesperado por que no lo dejaban entrar a verme. Le pedí el favor me llevara algo de comer, ya eran las 3 de la tarde, llegaron a ponerme suero y un calmante, sacaron sangre para análisis, luego llegaron a tomarme una placa, radiografía portátil. Le dije a mi marido no se preocupara que Dios estaba conmigo y todo iba a salir bien.
5 de la tarde, llegó una enfermera a sacarme sangre por que ha salido la placa mal, de nuevo mi tristeza en mi corazón. puse mi mano cuando me tomó de la muñeca y enterró hacia adentro la aguja, le dije que por qué así y dijo que era arterial y tenía que encontrarla, empezó a urgar hasta que dió con ella... ¡Madre de Dios como me ha dolido! Salió nuevamente, Me llevaron un jugo que no quise tomar
7 de la noche, me han sacado de ese cuartico y me llevaron a la prueba de la nariz, primero metieron una jeringa sin aguja por una fosa y aplicaron suero fisiológico (10 cmts ) luego metió un isopo largo y urgaba, lo sacó poniéndolo en un frasco. Siguió con la otra fosa, eso si me hizo vomitar. mis ojos se pusieron rojos y salieron lágrimas. El joven se fue y dijo esperara. ¿ Qué mas seguirá?
Estuve unas tres horas allí, hablé con mi niño y mi compañero un poco por vídeo llamada, llegó de nuevo un enfermero en la silla de ruedas, llevándome a un cuarto muy bonito, pero sola pues aún había la duda, El piso era solo para pacientes sospechosos o con COVID
Sonicha (d.ra)
