domingo, 14 de abril de 2019

AHOGÁNDOME...




Saber que la vida es solo una, pero igual también que una noticia puede acabar con tu vida, literalmente y terminas viviendo como un ente.

Nunca somos lo demasiado fuertes como demostramos, por mas que intentemos demostrarlo ante el mundo, por mas que sonriamos hay algo que nos mata lentamente, nos destroza por dentro, pero si tenemos hijos debemos saber seguir sonriendo.

En mi vida desde antes de nacer me han tocado retos intensos, en mi niñez contar con desprecios dentro de casa, en mi juventud lo llamado bullying y no tener amigos, tener un esposo a tan solo tus 16 años que tan solo te da mala vida, luego otro que no tiene aspiraciones en su mundo. Estar a punto de perder un hijo y pedirle a Dios tome la decisión sobre la vida de este pequeño... Tan solo son apartes de los retos que Dios pone en tu camino y superarlos o tenerlos todo superados.

Pero aparece otro reto, el mayor reto de tu vida. ¡ Oh Dios! cuando creí no había mas que superar, cuando pensé que a mis 54 años ya era poco lo que tenía por saltar o aceptar...apareces con otro reto, Dios otro reto mas a mi vida.  Y te digo: No soy Job, no soy rambo, no lo soy.

Siento que he perdido toda mi vida en luchas vanas por que aparece el mayor reto que se le puede dar a una persona... enfrentar su mayor miedo, luchar de ahora en adelante con ese temor de que Dios le diera ese reto tan enorme, tan triste y tan dueño de ti.

Tan solo a un día de saber ese reto ya me siento derrumbada, no me siento con fuerzas de enfrentarlo, no. Y siempre he dicho, siempre que no sería capaz de enfrentarlo si me llegara el día.

Tener a mis hijos cerca y no decirles nada,  ellos no merecen sufrir a mi lado. Y no contar con nadie, no poder tener a alguien cerca que me escuche, que me reprenda si es necesario. No poder llorar por que las lágrimas aunque pugnan por salir, no vale la pena. No arreglaría nada con ello.

Dios desfallezco, día a día desfallezco mas y tu tan solo miras como caigo lentamente. Quisiera sentir el abrazo de cualquier persona, y que me haga sentir fuerzas, ya que mi madre no está.

Sonicha(d.r.a.)