He decidido ir a visitar a mi buen amigo a su casa he caminado mucho hoy. Estoy cerca y pasare un ratico…
Llego a su casa, esta viendo televisión, le saludo y me invita a pasar, me siento frente a él, hablamos de infinidad de temas, recordamos, reímos; tomándonos un buen café…
Me pregunta después de un rato que como me siento…
Cansada a morir, invita a hacerme un masaje en la espalda. Me hago a su lado en el sofá.
Hace rato estas aquí y noto tus ojitos cansados –me dice – luego me hace campito corriéndose bien, quedamos apretaditos los dos, puse mi cabeza en su hombro, mientras el me abrazaba…
Empezó a sobarme mis hombros, hablándome bajito al oído con complicidad, sonreía de sus ocurrencias. Le di un beso en la mejilla…
No quiero te canses, pero me gusta sentir tu aliento en mi mejilla –dijo él- siguió abrazándome, masajeando mis hombros, acariciando mi brazo… cerré mis ojos al momento, me apretaba hacia el con fuerza…
Tienes carita de mimosa –dice-
Siento querer dormirme, con ese cariño que lo haces tu, mas relajada no podría estar y consentida menos –le contesto—
Ve relajándote mas mi niña, estarás muy abrazada, querida, para que descanses mejor, me encanta ese lado tuyo, mi amiga; mas femenino, confiado, se que estás a gusto y me lo haces sentir a mi, - me dijo mi amigo-
Me siento en la gloria, le pongo mi pierna encima de las de él, me las masajeaba, me sentí mejor, me decía que tomara la posición mas placentera para mí…
Le abracé para que se sintiera bien, le miré a los ojos y el también. ¡Qué comodidad sentimos en ese momento! Había amor, ternura…. Solo pensábamos en el ahora tan tierno, tan apacible…
Agacho un poco su cabeza y posó sus labios sobre los míos, muy suave, sin presión, solo de tacto, con los ojos semicerrados, estuvo así unos segundos, separándolos poco a poco. No los retires –dije- y pasé mi mano sobre su cuello… se retiró unos centímetros y me miró con terneza; se resistió ligeramente y siguió besándome… besos suaves uno tras otro… con su brazo me aprisionó mas contra él. Yo le correspondía en sus besos y abrazo…
Solo nos besábamos suavemente, rozándonos y luego lo hacíamos con mas pasión, nuestros labios entreabiertos, las lenguas jugando, abrazándonos cada vez mas fuerte, como si no quisiéramos jamás separarnos… abrázame muy fuerte le decía yo, sentía avivar mi deseo, nuestros pechos pegados uno a otro. Ya no pensaba en relajarnos, solo besarnos, acariciarnos…
Nuestros brazos se ponen a jugar por el cuerpo de los dos en caricias, despertando nuestras ansias. Tu ternura hace despertar mi sentir, mi deseo de poseerte –me dije- esta pegado a mí, sonriéndome con cara de niño travieso, paseando sus manos por mi espalda. No sé si esto esperabas, pero no me importa, estamos los dos solos, juntos y todo puede pasar –sigue susurrándome al oído-
Yo solo quería descansar, pero esto será relajarme, ahora mi cuerpo esta lleno de ansias por él, por su amor… dame otro beso, pero no de amigo sino de hombre que me desea –le dije.
Te noto vehemente, me encanta tu paciencia para darme tu amor, tu deseo de mujer, estimulas mi excitación, mi fuerza por ti –dice.
Mis pechos apuntan fuertemente hacia adelante, como exigiendo contacto, lo ceñía mas fuerte, le besaba con mucha excitación, él continúa dulce, tierno, pego mis pechos hacia su cuerpo para que me sienta, se que desfallece ante mis encantos. Deseo que solo con besarme y acariciarme me hagas llegar al clímax, que mi apogeo se rompa! – le dije.
Me besaba despacio, con provocación, acariciaba mi cuerpo pausadamente, recorría mi pierna desnuda con la punta de sus dedos, sin prisas, calmadamente. Sentía la suavidad de sus dedos, el furor que ponía en ello, presionaba con ternura, pasión, deseo…
Cada vez me sentía mas excitada, le miraba y sus ojos solo demostraban dulzura, esto era una batalla entre lo sexual y la emoción… hazme mujer con tus besos, tus caricias…
Seguía acariciándome, metió su mano entre la blusa, cada vez mas excitado…
No quiero deshacer la bella imagen que provoca tanta suavidad, así vestida y será con la blusa y la falda en su sitio que te hare sentir mujer –medijo.
Abarco mi pecho con su mano en una caricia de gran ternura…. Me acariciaba, besaba mis labios siempre con suavidad, pasión, los retiraba… besaba la punta de mi pecho. Metí la mano entre su pantalón y le acariciaba, estaba mas excitado que yo… nos deseábamos con locura, seguíamos besándonos y dejamos que nuestras manos hicieran lo que desearan, que tocaran, tomaran todo, acariciaran… nuestros ojos estaban fijos unos a otro, nuestros labios intermitentes, los roces mas intensos, pasaba su mano una y otra vez por mi pierna, pasaba a mi sexo… seguía y seguía lentamente, notaba mi desespero, sentía el suyo, subía a mis pechos constante, firme, pellizcaba mis pezones con ese gusto que se siente hasta en mi punto mas débil…
Yo hacia de las mías en su hombría, mi mano lujuriosa que sabia palpar la zona que hace gritar, la sentía mojada dentro de su pantalón… apretó mis piernas al sentir venir la culminación, él seguía besándome fuertemente, apasionado, acariciando mi entrepierna con sus dedos, yo temblando en mi exaltación… siento su destello en mi mano, caliente muy caliente, apretábamos nuestros labios y cuerpos mas y mas…
Me haces sentir fuerte, me gusta tu entrega, tu deseo, tus caricia –me decía casi que a gritos.
Nos apretamos mucho, unidos en el abrazo, acabando de llegar al límite, sudando, sintiendo aun el corrientazo, el espasmo de nuestros cuerpos. Seguimos así un buen rato…
Me gusta todo de ti y el gusto que me has dado mi querida amiga…dijo-
