domingo, 26 de enero de 2020

CITA CON LA CIRUJANA

Enero 7  del 2020 ---10 a.m.

He acudido a la cita con la cirujana oncóloga, ella me revisó mis senos junto con una estudiante, se ha quedado impresionada por que solo me hicieron 7 quimioterapias y deberían ser mínimo 12.  Me ha pesado y solo perdí 9 kilos en todo el procedimiento.

- Tienes que hacerte los exámenes prescritos, los cuales los pondré prioritarios para que sean mucho mas rápido.- dijo la doctora.

- Explicó los pro y contras de la operación donde va .. y puede ser hasta la muerte. Donde debemos firmar y ellos se salvan de denuncios o mas.

Salí con mi compañero a hace autorizar todo, se dieron las 11 y el se fue a su trabajo, quedando yo con mi hijo de 14 años. Salimos de ese lugar a las 3:!5 p.m. para que autorizaran todos los procedimientos, solo algunos pues los otros tenian que pasar por auditoría ( o sea si los autorizaban o no).

El día 17 de enero ya tenía todos los exámenes y me ha visto el anestesiólogo.  He salido con defensas baja, hemoglobina baja y encima bradicardia. De veras no me gustó eso y dije no me operaba. Mucho menos cuando vi el costo ya que dinero no había.

Una amiga por internet me decia que tenia que hacerlo, mi marido, y otro amigo, pero yo decía que no, y que no había como pagar. Luego de tanto insistir me senté a hablar con Dios y le dije: Señor tu eres el dueño de mi vida, tengo miedo operarme, no tengo dinero tampoco, ilumíname por favor.

Días después una vecina vino y me dijo que me prestaba el dinero y se lo pagara cuando pudiera que no tuviera prisa. No tuve palabras para agradecerle,  mi cuñada me envió un dinero y completé con mas que tenia guardado. Definitivamente Dios decía que sí, que me operara.

He tenido días muy malos, donde mis músculos parecían estar rajándose, me duelen horrible. Encima mi espalda  arde, mis palmas de las manos enrojecidas de lo calientes y la planta de los pies.  Camino descalza me ducho cada hora,  no soporto como se calientan. Es terrible estos malestares.

La ansiedad me tiene al borde, como mucho, demasiado diría yo. Pero me lo pide el cuerpo.

Salgo con mi niño a caminar y me duelen las piernas, los brazos, pero no desisto sigo caminando hasta donde pueda, a veces caminamos tanto que toca abordar transporte para volver a casa.  Cuando llego caigo en el sofá por horas para poder volver a pararme y lo hago para hacer un poco de aseo o comida.

Ya ha pasado un mes de la cita con la doctora... y casi dos meses de la última quimioterapia, esos dolores no desisten. 
Sonicha (d.r.a.)