miércoles, 31 de agosto de 2011

EN UN TREN......erótico---- PRIMERA PARTE


hay un viaje de la empresa a un pueblo cercano, 
Sarita lo hará  en tren y dura dos horas
Debe hacer el viaje con uno de los 
directores de la empresa, son varios y no 
se sabe cual será.
Se le cita para el día siguiente, a sus 8 de la 
mañana debe estar en la  estación.                            Cuando llega son sus 8:02 A.M.                          Llega corriendo cuando vio al director 
quien la miraba con cara de revolver 38. 
Se sintió mal.

-Se le han pegados las sábanas señorita: 
dice Jairo,
 siga que ya se iba el tren sin nosotros 
por su culpa.

Sarita subió al tren, detrás del
 ejecutivo. Le miraba por detrás describiéndolo
 como 
un hombre no muy guapo  pero si muy atrayente, 
figura bien cuidada, elegante, 
viaja con camisa ligeramente abierta, 
muy serio. déspota, pero vaya! que atrayente es

Los  pasajes en el mejor sitio, solo  serán 
cuatro personas dos en cada lado...
se acomodaron, nunca lo había tratado, 
sólo lo había visto en reuniones 
pero sin prestarle 
 atención.  Sarita le mira  y le sonríe, él quita 
la
mirada muy dura y enojada. 
–oh parece que este viaje va a ser demasiado 
largo, dos horas con este ogro será fatal-
 piensa ella.

Ya las chicas en la empresa habían hablado de él, 
como persona intachable, 
que no le gustaban los líos en la empresa 
y muy serio, tanto  que sólo saludaba
 por cortesía, pero nunca entablaba 
conversación con nadie.  En una sola 
palabra: inconquistable!!!  Que reto.

Me comentaron en Dirección que viajaría una 
Ejecutiva de la Compañía, no le conocía
 hasta ahora, pensaba Jairo, le miro sorprendido
 (que hermosa mujer trabaja con nosotros 
y yo sin saberlo)... pero no me interesa relaciones
 en mi trabajo, esto es solo una tarea que debemos
 hacerla, además me molesta que lleguen tarde 
a las citas de trabajo. Seguiré viendo el paisaje. 
Va a despegar el tren y los otros dos
 pasajeros no llegaron, bueno creo mejor 
me dormiré un poco.

Mi ropa es ligera, estamos en verano 
y el calor es insoportable, tengo puesto 
una falda corta, blusa drapeada muy escotada
 pero con un saco encima creo me lo quitare,
 veré si es cierto lo que dicen en la compañía 
que es inconquistable este chico, 
Sarita empieza a quitarse suavemente la 
chaqueta aduciendo que tiene calor, 
la blusa queda al descubierto es bastante escotada
 y no usa sostén pues no le gusta casi nunca.
 Le sonríe y él la mira, muy serio.
Que pretenderá esta chica, noto coquetería 
en sus ojos, pero su forma de quitarse el 
saco es suave, con sutileza… toda una dama.
Tengo que fingir seriedad e indiferencia....
me va ser muy difícil mantener el 
tipo.                   Esa sonrisa casi me desarma. 
Trato de mirar sus ojos
 con indiferencia, pero sólo es para desviar 
la mirada a conciencia de su escote tan pronunciado. 
Tiene unos pechos muy hermosos y 
ojos mucho más bonitos,
 ni qué hablar de sus labios.

le mira y se presenta a sarita, ella sigue 
sonriendo,abre la laptop y lee cosas sin importancia, 
notando su mirada insistente, espera a ver si 
 viene mas gente, pero el tren arranca... 
solo viajaremos los dos allí .. Que bien!!
Bien Sarita permítame que le diga que luce 
maravillosamente bien, su presencia en este
 viaje espero que sea igualmente productiva 
–dice Jairo- ella no le contesta nada, 
parece concentrada en su laptop,
 eso le da la oportunidad a jairo de mirar con
 descaro 
 ese escote tentador y esas piernas que 
al sentarse han quedado muy descubiertas... 
Parece ser viajaremos solos en este departamento...
.una buena oportunidad para conocerla mejor...
Sarita mete su mano al bolso y saca una chocolatina, 
le ofrece y él se niega. Cambia de asiento,                      se sienta frente a el, y empieza a lamerla
 suavemente siempre mirándolo, 
él evita su mirada, parece  no desea ser seducido, 
 pero ya lo está
Dice ummm que rico no sabes lo que te pierdes 
(ahora con confianza jajaja) sigue absorta 
supuestamente en su chocolatina.
Es golosa y seductora en su forma de comer 
la chocolatina, es una provocación total.

  Jairo trata de seguir indiferente pero 
no sabe por cuanto tiempo... su interior se 
despierta y se pone alerta, esa chica es una
 tentación para él, pero no sucumbirá

Se nota que le encanta el chocolate, Sarita 
– le dice Jairo.
un poco si me gusta Jairo, puedo llamarle así?
 o falto al respeto
Por favor llámame Jairo con toda tranquilidad; 
tenemos dos horas de viaje y es mejor relajarnos.
 ( lo de relajarse no se lo cree ni él)

Relajarnos, dice! jajaa no sabe lo que 
tengo en mi cabeza, en cuanto a lo de relajarse,
 seré quien lo vea caer a mis pies, al 
inconquistable 
– piensa Sarita.
Me puedes descifrar lo que veo en mi pantalla? 
le pregunta ella...
a ver déjame mirar

inevitablemente Jairo a clavado la mirada 
donde reposa su laptop  entre las piernas, 
muy ligeramente abiertas
se hace al lado de ella y como esta 
transpirando se siento su olor, que delicia
,- le dice Sarita- que bien hueles, 
se le acerca mas, queriendo hacerlo sentir 
mal o que se exprese en algo

como es habitual en Jairo, sus piernas 
comienza esa danza de abrir y cerrar 
en tic nervioso que precede a la excitación

Gracias Sarita también he percibido un 
agradabilísimo aroma el suyo y me 
 encanta ese toque de perfume que llevas.  
Se acerca con la excusa de mirar la pantalla, 
mirando su escote… observa que no lleva 
sujetador y tal descubrimiento lo pone más 
nervioso, ahora si excitado totalmente.
Sarita  lo siente nervioso por movimiento 
de sus piernas, él dice, presta veo,
 cuando quiso tomar la laptop toco sus piernas, 
mirando el escote. Cree se dio cuenta no 
llevo sostén, tal vez adrede o sin proponérselo,
 toma su mano para que no la quite de su pierna,
 le mira y nota su deseo, con la otra mano pone 
la cp. a un lado pero, sin dejar quite su mano
 de su pierna y le beso
no le deja pensar.. “será mío”, se dice 
en pensamientos

Para mirar la pantalla, Jairo acerca su cara
 a la de ella, sin rozarla, su mano sin 
poder evitarlo pasea por su pierna hasta 
donde la falda ha descubierto, sintió el beso
 y se quedo sin habla.
La mira y le corresponde el beso, 
beso con sabor a dulce chocolatina, 
su mano sube hasta donde está abierto 
el escote, acariciando suavemente su pecho 
 sobre la tela, mirando como se marcaban
 sus pezones. Sabía que ya nada podía hacer,
 había roto su lema del trabajo en no mirar
 ninguna mujer, pero esta chica le atraía 
sexualmente con una seducción encantadora,
 caía cual mosca en la telaraña.

Sarita le abraza y acaricia su cabello, 
lo hace apasionadamente, sus lenguas se 
buscan con deseo,
 sintiendo que no aguantan mas el momento 
de pasión. Mete su mano entre su camisa 
abarcando todo su pecho,  Jairo con las 
yemas de los dedos acaricia su pezón, 
sintiéndolo cada vez mas duro, grueso, 
sigue la pasión en sus besos,  ella empieza
 a desabotonar su camisa, mientras Jairo le 
va quitando la blusa por sus hombros dejándole
 sus senos afuera, con desesperación la besa,
 mordiéndole los labios, cogiéndola por la nuca
 con la mano que tiene libre y la otra apretando
su pecho con muchas ganas al compas
del beso intercambiando roces con
 sus lenguas.

Las caricias son repartidas, piel con piel,
 que gozada de senos y pezones le dan sus manos,
 ahora bajándolas para volver a las caricias de 
las piernas, baja y sube su mano ahora entre
 las piernas, por su  muslo, ella  empieza a
 desabrocharle el pantalón, siempre besándose,
 entregados a ese deseo.

Se sueltan para acabarse de quitar la camisa 
y la blusa, están con sus torsos desnudos. 
Jairo sigue recorriendo sus piernas hasta 
tocar su fina tela de la tanga, con sus 
dedos recorre ese espacio maravilloso, 
notando la humedad de ella con la yema de sus
 dedos.  Continúan con sus caricias, sus ganas,
 sus deseos, su pasión, tocando, palpando 
cada vez con mayor excitación.

La acuesta sobre el asiento, sin quitarle
 la corta falda, se la sube mas, 
 dobla sus piernas, corre un poco su tanga 
hacia un lado y empieza a darle besos en 
su entrepierna con suavidad, le daba uno 
que otro mordisco por la cara interna de 
sus muslos, comenzando desde su rodilla, 
subiendo… subiendo… al llegar a su sexo,
 jugueteaba con él, recreándose con sus 
alrededores, con la punta de la lengua tocaba 
su punto más erótico.  Sarita se sentía morir
 con cada corrientazo que le llegaba a su 
cerebro por los juegos de Jairo, movía sus 
caderas al vaivén de su lengua, cada contoneo 
se confundía con el del tren. Jairo seguía 
 lamiendo sus labios menores, introduciéndole
 su erecta lengua en la vagina… ella le cogía
 su cabeza con fuerza no quería terminara, 
Jairo se irguió quitándose el pantalón, 
quedando en un precioso pantaloncillo pegado
 a su cuerpo, se le notaba lo bien que cuidaba 
su cuerpo, buenas piernas, buen trasero…
su erección se hacía muy evidente ahora. 
Sarita se sentó, empezó a quitarle su interior, 
cuando lo tenía a  media pierna, tomó su pene 
entre sus manos, dándole besos en el glande, 
lamiéndole hacia la base, luego subiendo como 
si comiera un helado. Se desplazaba hacia el 
frenillo y lamía con rapidez la punta. 
Absorbía el miembro en su boca, succionándolo
 una y otra vez. Acariciándole con la otra mano 
sus testículos.  Jairo sentía no poder más… 
suspiraba…

De pronto se detiene el tren!!!  Sarita se
 puso en pié vistiéndose rápidamente.
Jairo subió su ropa interior y poniéndose 
el pantalón y camisa, se sentó conteniendo
 la respiración.

Se sentían agitados uno frente al otro,
 Sarita volvió a su laptop y Jairo 
 abrió su maletín sacando unos papeles 
de la oficina.  Entro un guarda, pidiendo
 disculpas se había presentado un 
inconveniente y debían bajarse en el pueblo
 para esperar el próximo tren.  Dieron las
 gracias, mirándose empezaron a bajar a esperar 
el siguiente arribo…

                                                           Sonicha

EN UN TREN... erótico--- SEGUNDA PARTE


Buscaron una cafetería cerca, mientras le avisaban del próximo tren, solicitaron cada uno un refresco.

No se miraban siquiera, Jairo rompió el silencio diciéndole:
-          espero me disculpes me dejé llevar por el deseo, no es mi forma de proceder.
-         
             No se preocupe señor, creo los dos nos dejamos llevar por el momento.  Mas aún por que estábamos solos, espero  no se arrepienta de ello.  –dijo Sarita.

-          No es eso, señorita, sino que las relaciones en la empresa no son de mi gusto.  Espero no se vuelva a repetir, no me lo perdonaría.
-         
      Y si se volviera a repetir, me despediría?  Por que de por si, usted fue un reto que quise tomar. Me gustó todo, pero no me gusta de pronto las advertencias.  Seria otro reto mas que llevar a cabo
-         
      Es usted como un poco atrevida, señorita.  Y no se preocupe no la despediría de su trabajo, sé que es una gran ejecutiva y querrían saber el por que la despedí.  No quiero dar explicaciones a nadie.  Y que quede esto entre los dos.
-        
           Que cosa? Si no hemos hecho nada, Sarita se ríe con ganas.  Jairo la mira con disgusto.
-          Se burla usted de mi?
-         
             Me burlo de su antipatía y su forma machista de tomar las cosas. Nadie es inmune a una chica que quiera provocarlo y vi que usted no es la excepción, por mucho que quiera aparentar en la empresa. Cayó!!!

-          Jairo se levantó de la mesa con furia, no miro atrás.

Sarita se termino su refresco y fue a sentarse a esperar, Jairo no la miraba.  Ella se sonreía en sus adentros.

Llegó el nuevo tren, abordaron. Igualmente les correspondió un sitio para cuatro, lo cual sabían serían los dos solos.
Jairo sacó unos papeles de su maletín, empezó a leerlos sin mirarla.  Sarita abrió su laptop y empezó a escribir, sonriendo y mirándole de reojo, notaba su enfado.

Arrancó el tren y Sarita empezó a quitarse la chaqueta, Jairo la miró y le dijo: 

-          señorita por favor, nos quedan 45 minutos para llegar y no deseo llegue a la reunión con esa blusa que para nada es presentable.  
-         
      Perdón señor, cuando estemos llegando con gusto me pongo mi saco, en este momento tengo mucho calor.  Además puedo hacer lo que me plazca aquí, mientras no este en la reunión.
-        
         Es usted una chica muy altiva y eso le resta muchos puntos a su favor, que egocéntrica me resulto.
-         
        Sarita se ríe a carcajadas, aún ofendido señor?
-        
            Jairo se paró del asiento con más furia aún, se hizo frente a ella, quien lo miraba hacia arriba ya que estaba sentada.  Le quitó la laptop de sus piernas, la levantó y empezó a besarla con mucha furia.  Me lastimas, dijo Sarita.

Esto es lo que quieres? Me querías a tus pies? Pues sí, me mata el deseo de poseerla, de hacerla mía y esa cara burlona me enerva, me saca de mis casillas.  Le quitó el saco y la blusa, besando sus pechos, tratando de lastimarla, seguía en el cuello, sus labios, siempre con furia. Siguió hacia abajo, le quito la falda. Sarita le desabotonaba la camisa, él mismo se la acabo de quitar e igualmente su pantalón, dejando su interior. La acostó sobre el asiento, le quito sus bragas, volvió a darle besos fuertes en la parte de adentro de sus muslos, hasta llegar a su sexo, movía su lengua dentro de ella. Sarita se movía con fuertes contracciones, él le tapaba la boca para que no gritara, mientras su lengua y labios hacían de la suya en la vagina de Sarita.

Paró de hacerlo, bajo un poco su interior, Sarita quedó viéndole su miembro, estaba que estallaba, se alzaba impotente, brilloso en su punta. Se puso sobre ella y se lo introdujo, siempre con fuerza, se notaba quería lastimarla, entraba, salía. Le besaba los labios, halándoselos, su cuellos, sus pezones, su vientre, mientras seguía poseyéndola. Se hizo hacia atrás y volteó a Sarita,  sin lubricarla la poseyó por detrás, Sarita, gritó.  Eso querías? Pues allí tienes, la besaba por su espalda, besos apasionados ya más suaves, entraba y salía de ella, parando solo para besarla y acariciar sus senos. Ahora besaba y besaba su cuello, acariciaba su cabello.  “que bien hueles” – decía Jairo- me gustas, si, me gustas.  Eres una mujer muy hermosa, sensual, provocativa; pero no me gusta se burlen de mi.  Se paró, quiso vestirse y Sarita se le acerco a besarle, sus labios poseyeron los de él en un fogoso encuentro, sus lenguas se enredaban. Hizo que se sentara en el asiento y ella encima de él, empezó a cabalgar, los dos besándose, él se recreaba viendo sus senos moverse al vaivén del movimiento de ella, los tomo entre sus manos, absorbía sus pezones, los lamía, apretaba…  ya no puedo mas Sarita, córrete ya!!!

Sarita ahora se movía mas fuerte, apretando su vagina, Jairo la besaba con deseo incontenible. Hasta que los dos al mismo tiempo llegaron al clímax, sigue, sigue no pares! Decía Jairo mientras tenia su orgasmo, Sarita seguía y seguía hasta que quedo con la cabeza recostada en el hombro de Jairo, sentada sobre su pene. Se dieron un beso muy apasionado.  Buscaron toallas desechables, y limpiándose se vistieron.

Jairo se sentó al lado de Sarita y le dijo: perdóname por haber sido un bruto, me enfureció tu burla y sí, sucumbí a tus encantos, no cualquiera se niega, sólo deseo no se sepa en la empresa, pero cuando desees nos seguiremos viendo. Sólo quiero decirte que fue tenaz y muy excitante.

No pasa nada Jairo, igualmente me sentí muy bien, es cierto que tuviste un rato que te portaste como un animal, pero fue riquísimo y un buen final. Nadie sabrá en la empresa y no tengo problema en que nos veamos nuevamente.
                                                          Sonicha