viernes, 21 de octubre de 2011

EL ENCUENTRO





Es un gran día para ella, llevaba mucho tiempo esperando este momento, se lo había soñado muchas veces. Llevaba un vestido escotado, corto, sandalias. Trató de irse lo más cómoda posible. Se sentía asombrada de haber llegado hasta estos límites. Su viaje le resulto pesaroso, pues era la primera vez que lo hacía. Su cabeza le daba vueltas, sólo quería verle, sentirlo, besarle, hacerle sentir su amor.


Llegó al aeropuerto pasadas las 6 de la noche, aún era de día, miró a todos lados y no le vio por ningún sitio, tendría un inconveniente pensó; se sentó a esperar por si aparecía, se le presentaron miles de ideas: se olvidó de mí, ya no llegara, se arrepintió… etc. No quería pensar mal, pero tenía miedo, en fin podría regresarse si deseaba… esperaría.


Las 6 y 15, qué horror!! Creía había pasado más tiempo, pero que eterno se hace!! Y no llega, se quedaría sentada allí, no sabía qué hacer ni para donde tomar camino, se soltaba el cabello, lo peinaba con sus dedos, lo recogía, miraba a todos lados. Sus compañeros de viaje ya les habían recogido, le llamaría. Miro si había algún teléfono público o alguna cabina a alrededor desde su asiento y no veía nada, le preguntaría a uno de seguridad, estaba pensando en eso cuando se acercó un chico, guapo, bien presentado, de buen porte. Le miró pues se paró frente a ella diciéndole por su nombre…


- El chico le dijo su nombre y de donde era. El señor me mando por usted, dijo que no podía venir y que la trasladara al hotel.


- Lo siento, no me voy con el primero que venga a decírmelo, ni aun porque me diga el nombre de él, como compruebo que es verdad?.


- Si desea llámelo desde mi móvil y él le confirmara lo que le digo.


No quiso prestarle atención y fue al guarda de seguridad para que le dijera dónde encontrar un teléfono o cabina, le indicó y se fue a llamar. El chico se sentó a esperarla. Llamó confirmando que era cierto, que se le había presentado un inconveniente y no podía recibirla, que fuera con el chico hasta el hotel, pues la dejaría a la entrada de éste.


Muy a su pesar y desilusionada aceptó irse con el chiquillo, pues era bastante joven. Estuvo muy callada en el camino, el joven la miraba y le sonreía, ella tenía malgenio por lo sucedido y apenas si estaba para sonreír, volteaba su cara a otro lado para no tener que hacerlo.


- Es muy largo el viaje? Le pregunto ella al chico.


- Un poco señora, una media hora más o menos.


- Gracias, le contesto al chico


Se recostó en el sillón del auto y cerró sus ojos, sentía tanta rabia que le dolía la cabeza, ya se daría cuenta cuando llegaran. No podría perdonar esto, pues no era lo planeado…


- Llegamos señora, le dijo el chico, le ayudare con la maleta.


No dijo nada. Habían llegado a un hotel muy grande, hermoso por fuera, siguió al chico hasta la recepción, allí se despidió de ella, le dio las gracias e igualmente se despidió de él.


El recepcionista le pregunto los detalles requeridos y le dio las llaves de la habitación, llamando un camarero para que le llevara el equipaje y la acompañara. Al llegar a la puerta, el camarero le dijo: hasta aquí puedo acompañarla señora, con permiso, y se fue. Abrió la puerta, viendo una pequeña salita con dos sofás igualmente pequeños, muy acogedor. Se sentó allí, miro la puerta que daba al cuarto y se fue hacia allá, cuando empujo se quedó viendo con asombro… la cama estaba tendida con una sábana blanca, sobre ella un TE AMO con pétalos de rosas, una rosa roja al lado, en la mesita de al lado una botella de champagne y dos copas con una nota … cerraba y abría sus ojos, caminó hacia la cama, temía tocarla por lo hermosa que estaba, se sentó en una punta de la cama tomando la nota, la cual decía: sólo quería darte esta sorpresa y decirte cuanto te amo...
  De pronto sintió un abrazo... era él, volteó, se dieron ese beso que tanto deseaban, abrazándose ambos, ella por el cuello, él por su cintura, pegándose mucho, fue un beso muy largo, sus lenguas jugueteando, sintiendo sus salivas, sus manos empezaron a explorar los cuerpos, sintió que le bajaba el vestido por los hombros hasta descubrir su pecho, se los acariciaba, mientras seguía besándole. Bajó su boca hacia sus senos lamiéndolos, mordiéndolos con suavidad, siguió quitándole el vestido y quedó mirándole la pequeña tanga que tenía puesta… la acostó sobre la cama, quitándose la camisa y abriendo sus pantalones, sin quitárselos del todo, corrió las pequeñas bragas que tenía y la poseyó con furia, mostrándole todo su deseo por ella, seguía besándola y poseyéndola, ella le apretaba sobre su cuerpo, aunque sentía dolor por la fuerza de él al poseerla, le cogía el cuello para seguirle besando y besando, como temiendo se le fuera a escapar… él entraba una y otra vez, le tomaba sus piernas hasta que llegaron al clímax juntos… había podido más el deseo, las ganas de tenerse, de poseerse, la cual habían apaciguado en ese momento. Quedaron desnudos sobre la cama… me daré una ducha - dijo ella. Mientras él se quedaba abriendo la botella de champagne, se dirigió a la ducha…


Continuará...