sábado, 28 de diciembre de 2019

NO MAS DOLOR, POR FAVOR...

He pasado días terribles, dolor, dolor y mas dolor.

Mi cabello ha crecido un poco, me siento bien, el dolor en la espalda es intenso cada día, las piernas no responden a veces, pero Dios me llena de fuerzas y  me levanto a hacer mis quehaceres en la casa, ya casi se llega Navidad, con mi compañero acordamos comprarle un móvil a mi niño, el da una parte y la otra mi hija. Mi ex cuñada me regaló para comprarle ropa, dice que se lo merece por ser tan buen hijo, fui con él a comprar, estaba demasiado aglomerado el centro comercial, pero conseguimos lo que se pondría esos días. 

Llega Navidad y mi otro hijo estaba en otras ciudades por trabajo, a eso de las 12 del mediodía llegó con la cena, me alegré de verlo bien. En la noche acomodé la mesa y cena, estuvimos los 4 en compañía. Temprano mi padre vino por un regalo que le tenía y se fue, no quiso compartir con nosotros. Después de la cena mi hijo se fue donde sus amistades y nos quedamos viendo películas hasta tarde en la madrugada. Ya después al otro día me levanté a recoger mesa y lavar trastes.

Hasta el día de hoy no me calma esos dolores de espalda, miré mis dedos de los pies por que me dolían demasiado y veo se están cayendo mis uñas. No le di mucha importancia, pero ayer y hoy ha sido demasiado el dolor en mis dedos de las manos, miro con tristeza como está moradas, no las puedo ni tocar, sin embargo tengo que hacer aseo, comida. Mi niño me ayuda mucho, pero trato de hacer lo mas que pueda. El cabello ha empezado a caerse nuevamente. Tal vez creo tengo mucho stress de no salir de casa, de no poder poner música pues el parlante se dañó hace mucho. No me gusta la tv, y solo hablo a veces con personas de un chat.

Mi primo Heriberto me llama desde USA en algunas ocasiones e igual Patricia. Ellos están pendientes de mi y a veces me ayudan económicamente. Me siento dolorida, se que es triste leer tal vez esto, pero les juro que duele tanto, tanto que desea uno a veces no estar vivo. Mis fuerzas son dirigidas por Dios, mi niño me anima mucho, es un amor.

Hoy estoy fatal, de ánimos por tanto dolor,parece que no hubiese valido la pena tanto esfuerzo, pero no debo decaer, falta poco para ir con la cirujana a ver que pasará.

Me despido diciéndoles algo:  Es tan triste saber que cuando necesitas a tu familia, esa que Dios te dió no sirven ni para una llamada telefónica y preguntar como estas. Yo ya me eché al dolor y tampoco les llamo, así no estorbo. NUNCA le he pedido dinero a nadie, menos a mis hermanos. Esta enfermedad es muy costosa, demasiado. He tocado puertas de fundaciones para solicitar ayuda, lo he puesto en mi twitter y NADIE lo hace aparte de mis primos, mi hija, mi excuñada a veces y mi sobrina. Cada uno da lo que puede y sé que Dios me los bendecirá por siempre.

Sonicha(d.r.a.)