Y me despierto en la madrugada, pensando en ti...
De pronto escucho ese pitido y corro a mirar mi móvil,
eres tu, quien has leído mi pensamiento y escribes
deseándome los buenos días, diciendo cuanto me echas
en falta y tus ganas de verme.
Nos reiteramos mensajes tras mensajes de nunca acabar,
pero nos toca despedirnos por nuestras múltiples ocupaciones.
Sin embargo durante el día uno que otro mensajes para que
no me olvide que existes.
Has llenado los espacios que estaban sin ocupar, uno a uno.
Y aunque las cosas hay que llevarlas con tranquilidad, creo
ya vas limpiando el terreno fangoso que había en mi.
Mi rostro se torna mas alegre, mi corazón palpita suavemente
con firmeza, Alumbras los laditos oscuros que existen aun
por algunos rincones.
Siempre tú presto a darme las atenciones que requiero y
necesito, poniendo tu hombro para recostar mis
tristezas, dándome tu mano para que no caiga de nuevo.
De la nada te estas convirtiendo en un todo.
Sonicha (d.r.a.)
