miércoles, 29 de abril de 2015

EN LA NOCHE



ha llegado la noche,

un hermoso cielo que ilumina mi ciudad

un aire caluroso, pero siento frío en mi cuerpo...

mirando la luna en mi balcón,

mis ilusiones vagan hacia un vacío...

no puedo dominar mi mente para que

deje los recuerdos y mire otro horizonte...

me estremezco al pensar en lo que hubiera

podido ser y no fue...

me cobijo en un rincón de mi cuarto,

abrazándome para sentirme...

se ha llegado la hora de dormir,

y saber que mi razón seguirá peleando

con mi corazón, sin dejarme descansar...

miro al vacío pidiendo clemencia y

consuelo para no dejarme vencer,

como odio que se llegue la oscuridad

y recordarte, recordarte....

                            Sonicha (d.r.a.)



EL DILEMA....erótico




Nos conocíamos desde muy jóvenes, pero nuestras vidas habían tomado caminos distintos. Nada hacía presagiar que el caprichoso destino volviera a acercarnos de nuevo, pero así fue. Las frustraciones de toda una vida y una inmensa tragedia volvieron a unir nuestras vidas y ello ha sido el desencadenante de haber llegado a esta situación.

Una serie de casualidades que abrió las puertas a mi fantasía desbordante y dio pie a llegar a la situación en la que nos encontrábamos ahora, uno frente al otro, con los torsos desnudos, con las miradas deseosas, nuestros volcanes de lujuria y pasión a punto de estallar, la imaginación desatada, pero la mente confusa por las malditas reglas sociales que esta sociedad nos ha impuesto en nuestro subconsciente.

Los hechos ocurrieron sin premeditación, simplemente sucedieron. Nuestra amistad resurgió vivamente y lo que, en principio, solo eran unas pocas horas compartiendo confidencias, fue, poco a poco, convirtiéndose en costumbre. Éramos simplemente dos amigos a los que les gustaba estar juntos, a mi me gusta mucho hablar y él parecía encantado de escuchar. Nos reuníamos todos los jueves, lo elegimos como nuestro “día” especial.

En uno de ellos él sugirió que le acompañará a verificar un pequeño problema que había surgido en uno de sus almacenes y así lo hicimos. El trabajo estaba llegando a su fin, solo le faltaba rematar un pequeño detalle fuera de la nave para el cual necesitaba mi ayuda, no había nadie más en la fábrica. Subí a la escalera de mano donde él estaba ya encaramado. El sol estaba en todo lo alto y el calor era evidente. Nuestros cuerpos se estaban rozando constantemente, ya que en la escalera de mano, no podíamos estar de otra manera. Nuestros fluidos corporales, se entrecruzaban, y nos sonreíamos en cada cruce.
Bajamos los dos para cambiar la escalera de sitio, y en aquel momento, estalló una lluvia fina, persistente y fresca. Eran los aspersores de regar el jardín donde estamos trabajando. En un momento nos mojamos casi enteros. Era agradable la sensación de frescor al mojarnos con el agua, y más en un día caluroso como el que hacía.

Empezamos, casi sin darnos cuenta, a jugar con el agua que nos bañaba, empujándonos para mojar más al otro. Resbalé en el césped mojado quedando tendida boca arriba, con la camiseta completamente mojada y mis indiscretos pezones bien marcados, y su vista fija puesta en los mismos. Nuestras miradas se cruzaron, y no pude menos que ruborizarme, sentir vergüenza, por esa mirada lasciva, ansiosa y morbosa que le había lanzado. Él se percato de la misma y como si no pasara nada, me ofreció su mano tendida para ayudarme a levantar.

No sé que pudo pasar por mi mente en esos momentos, debió ser mi instinto salvaje…pero me jugó una mala pasada y en vez de izarme con su ayuda, le arrastré conmigo al suelo. Le venció fácilmente la sorpresa y cayó a mi lado riendo. Era un simple juego, pero no por ello pude dejar de observar como seguía fijo en mis pechos húmedos y ver crecer en su pantalón el deseo, muy a su pesar, ya que intentó disimularlo enseguida sentándose en el suelo buscando un sitio más seco.

Me puse en pie, mojándome, a sabiendas que sus ojos estaban clavados, como hipnotizados, en mis senos mojados cubiertos por la camiseta, que no ocultaba ya nada. Me dirigí hacia él, apareciendo por medio de la lluvia quitándome la camiseta chorreante. Sus pantalones no podían ya disimular el crecimiento experimentado por esta visión. La imaginación me desbordaba. Los cuentos de las mil y una noches, se me quedaban pequeños. Sus miradas disimuladas de mis pechos hacia mi bajo vientre, no me pasaron desapercibidas, lo que provocaba aún más su desbordamiento, entre la hinchazón y la cintura del pantalón que parecía querer aflorar al exterior.
Me fui acercando lentamente, para tener tiempo a dejarme el pecho desnudo, antes de llegar a su altura, recreándome por la situación, como la fiera que acecha a su presa relamiéndose la boca, observando a su presa a sabiendas que está ya indefensa. Al llegar a su altura, le pregunté si le molestaba que estuviese así, a lo que respondió tontamente, que no, que en absoluto, mientras se levantaba viniendo hacia mí y cuando nuestros cuerpos estaban prácticamente pegados, simplemente me miró directamente a los ojos.

No dijo nada, solo nos miramos. Me sonrió. Yo sonreí a su vez nerviosamente, con la mente liada en pensamientos contradictorios. Absorta en ellos, no me di cuenta, que poniendo su mano sobre la mía, había comenzado una danza excitante, sobre mi cuerpo. Su mirada me pedía con ansiedad, que nuestras bocas se fundieran en una sola. Sabia, que si eso ocurría, ya no habría vuelta atrás. Un torrente de sensaciones recorría mi mente y mi cuerpo. Su mirada no se apartaba de mis ojos, como deleitándose de lo que veía en ellos, deseo, lujuria, ansiedad, morbo,..........y temor.
Yo era conocedora de su falta, de su ansiedad. Hacía casi dos años, que no mantenía relaciones, y su deseo, agazapado, reprimido durante ese tiempo, estaba aflorando salvajemente. Él era conocedor a su vez de mi lívido, de mi abstinencia obligada, de mis necesidades, pero en mi cabeza luchaban las dos opciones.

Siempre había sido el protagonista de mis fantasías sexuales, mi oscuro objeto del deseo. Pero por otro lado, era, sobre todo, mi AMIGO y para nada quisiera que eso cambiara nunca. ¿Qué hacer??

¿¿Nos dejamos llevar por nuestros cuerpos deseosos de placer??

                                                                                               MAVI(d.r.a.)