ADIÓS
PEQUEÑA
Hablamos mucho de que se puede llegar a querer a una persona en la
distancia aún sin conocerla de tú a tú, pero nunca se habla de llegar a hacerlo
a un animal.
Yo puedo decir que sí se puede sentir amor por un animal, en mi caso
una perrita, la cual conocí por fotos que me enviaba el chico que amo, hasta
que la vi por skipe desde su móvil, sentí una alegría indescriptible al verla
en brazos de él y al soltarla ella
corriendo seguida por su amo que le silbaba llamándola para que no se fuera muy
lejos. Luego se sentó con ella en un
banco del parque, yo la llamaba por su nombre, ella miraba a todos lados, le
decía preciosa, hermosa mírame, me sentí feliz de haberla conocido por
cam. A los días me di cuenta que estaba
enferma, siempre preguntaba por ella, por su salud y me enviaban fotos.
Volví a verla varios días, me encantaba verla como comía, como iba a
acostarse en su sitio al lado de él. Sentía que me oprimía el pecho al verla y
aunque mi chico veía en mí una sonrisa, yo sabía que la pequeña (como la
llamaba yo con cariño) no resistiría mucho.
Igualmente me sentía feliz porque tenía atención todo el día del ser
que ella más amaba, mi chico, sé que la pequeña luchó contra la muerte ya que
nadie como los animales para presentirla.
La última vez que obtuve una
foto de la pequeña, se veía su cansancio y tristeza, le di un beso y dije:
adiós pequeña, gracias por darle tanto amor al ser que amo.
Dos días después me di cuenta que se había muerto, cuando lo leí, me
senté y no pude contener las lágrimas, lloré tanto que no lograba calmarme,
tome mucha agua para obtener fuerzas y escribir.
Esa pequeña entró en mi corazón y jamás olvidare las veces que la
vi, como caminaba, como corría, como miraba a mi chico…
Sólo me alegro que no sufrió mucho, aunque fueron duros sus últimos
días, el gran amor y la atención que tuvo de quienes estaban cerca hizo leve su
dolor. Por eso digo:
Adiós pequeña y gracias a ese
hombre que me permitió conocerla.
Sonicha
