sábado, 30 de mayo de 2015

TU DOLOR...



Fuiste mío, muy mío…


Hasta lo más profundo de tu corazón se entregó a mi alma,

Eso no lo puedes negar y lo sabes bien…



Tienes amante, con quien deseas sentir
 lo que sentís por mí,

amante que puedes tener a tu disposición, 
más solo deseas besar mis labios,
tener mi cuerpo y sentir mis caricias.


Te duele, lo sé qué te duele no tenerme y saber que jamás me tendrás…


Seré ese imposible, tu imposible más amado
 y nunca logrado.
Sonicha (d.r.a.)

viernes, 15 de mayo de 2015

DE NUEVO CONTIGO..erótico.











Se levantó en la mañana, pensando en ese chico,

Aquel chico que la hacía sentir muy especial, pero que a la vez era muy escurridizo, resbaloso como un pez y demasiado mal geniado.

Iría a verlo a su apartamento, tal vez no follaría con él, ya que hacía muchos días no lo hacían y no ha estado de ánimo para ello.

Se subió a su moto rumbo a la calle que la llevaría a su apartamento.

Al llegar, le abrió el chico con cara de sorpresa, ella sonrió!

Pasa, pasa – dice el chico. Que sorpresa me has dado, tengo cosas que hacer, pero bienvenida!

Se acercó a él y le dio un leve beso corto en los labios. Saboreándolos de paso.

Se sentó en el diván, él frente a ella…llevaba bóxer pues recién se duchaba y sin camisa.

Ella un pantalón corto y blusa sin sostén, los odiaba.

Lo miraba a los ojos y bajaba la mirada hacia su bóxer, pasando por su pecho, su barriga, su pelvis….le gustaba la vista.

¿Gustas tomar algo? Le preguntó a ella.

Un vaso con agua bien frío, por favor.- le contestó.

Fue a por el, ella seguía sus movimientos, esas nalgas duritas, esos muslos atléticos…sentía ponerse caliente.



Le pasó el vaso con agua bien frío y se sentó de nuevo frente a ella.

Espero no te moleste verme en ropa íntima, ya nos conocemos así – le dijo a ella

Para nada, es más cómodo estar así, si deseas me pongo cómoda – le contestó

Ponte como desees, estás en tu casa – le dijo él.

Ella solo se deshizo de su pantalón y quedó en unas pequeñas bragas negras, al alzar su pié para sacarlo, él vio que su braga tenía una abertura en la parte media donde queda la vagina. Se puso incómodo, pues no quería mirarla ya como mujer.

Dobló su pantalón, poniéndolo a un lado. Lo miraba de reojo notando su incomodidad. Sonreía a sus adentros.

Y dime: ¿Qué hay de tu vida? – ella preguntó

- Pues poco o nada en realidad, trabajando y de vez en cuando con amigos por allí.

- ¿y tú?.

Nada, en casa, trabajo y estudio. – contestó ella

Hablaban de todo un poco, ella saboreaba su agua, lamiendo las gotas. Lo miraba de reojo.

¿Tienes novio?.

No, amigos como siempre. Poco salgo de casa. – dijo ella

Le pidió otro vaso de agua con hielo, al pararse él a traerlo le notó su erección.

Al recibirle el vaso rozaron sus dedos se puso nerviosa y cayó sobre su blusa,

De inmediato, él le pasó una toalla. Sus senos se pronunciaban erectos.

Ella pasaba la toalla sobre la blusa, el chico cada vez se ponía más empalmado.

- ¿aún me deseas? Le preguntó él.

A qué viene esa pregunta cariño, no entiendo. – contestó haciéndose la extrañada.

- Perdona creo que no, llevamos rato charlando y te veo tan tranquila.

Debo estar tranquila, nuestro último encuentro aunque fue excitante, luego tuvimos una discusión como siempre. Por ti, por mí, no recuerdo bien.

- Si ya sé que eres de hierro y que poco te gusta follar, pero imagino ya tendrás tu amigo que te de placer. Yo sobro.

¿Tú la tienes? Por tus palabras deduzco que si.

Ella había puesto la toalla sobre sus piernas y sus manos acariciaban sus muslos, llegando hasta su vagina por debajo de ella.

- No es lo mismo, los hombres siempre buscamos con quien hacerlo así sea por un rato. Es nuestra condición. Te recuerdo mucho a ti.

- En fin, ya pasó lo nuestro

- No me deseas y yo aquí con esto como un tiro a punto de salirse de mi slip, tan solo por verte con esa tanga tan sensual, tan excitante.

¿De veras quieres saber si te deseo o no?

- Ya me da igual. Cuando te vayas sabré complacerme.

La chica quitó la toalla, subió las piernas un poco abiertas.

Él frente a ella la miraba, excitadísimo al ver aquella vagina entre la hendidura de la braga,

Brillosa.

Lo miraba sería, metió dos dedos en su vagina y los sacó chorreando sus fluidos.

Mira cómo te deseo, y hasta el sofá esta untado de mis fluidos ya que al hablar contigo no he hecho sino pensar en nuestros encuentros mojándome a más no poder.

Se acercó a ella tomando sus dedos e introduciéndolos en su boca, le encantaba volver a lamerlos era agradable su aroma.

Acercó la mano a su vagina e introdujo un dedo, entró suave porque estaba ella demasiado húmeda, lo hacía mientras lamía sus dedos.

Ella metió la mano entre su slip, tocando el glande que chorreaba gotas, metió mas la mano hasta tocar sus testículos, acariciando, apretando.

Sabían que se necesitaban, que se deseaban.

La recostó en el diván tocando sus senos prominentes, la besó.

Se encontraban sus lenguas jugosas, deseosas, lujuriosas. Ella no sacaba la mano de su slip, apretando fuertemente.

Él la abrazo fuertemente para sentir más sus besos, esos besos que lo hacían sentir impotente ante el deseo de negarse a ella.

Tomó el rostro de ella en sus manos, besaba suave, lamía sus labios con dulzura. Aprisionándose a su cuerpo, mientras quitaba su blusa.

Ella sacó la mano para abrazarlo, acariciando su espalda. Lo rodeó con sus piernas sintiendo su dureza sobre la vagina.

Él la besaba en su cuello, bajaba a sus senos rodeando los pezones con su lengua, uno y otro con un pequeño mordisco, halándolos. Bajo por su estómago hasta llegar a la orilla de la braga, allí su lengua jugaba. Fue a sus muslos con la lengua, no se le escapaba ningún punto sin recorrer. Ella se sentía desfallecer, cómo anhelaba esa lengua, esas caricias.

Ahora su boca besaba las bragas en la parte delantera, bajó un poco dando con la abertura de la misma, pasaba la lengua de arriba abajo tocando el clítoris y haciendo que ella respingara, cada vez se humedecía más y más. Metió la lengua en su vagina sintiendo como tenía microorgasmos.

Ella con los pies fue bajando su slip, hasta que quedó abajo. Se lo quitó para que no estorbara. Sintió la lengua de él muy adentro de su vagina, alzaba la cadera para sentirlo más, se estremecía a cada microorgasmo que tenía. Sus fluidos caían desde su vagina hasta el ano.

Se detuvo al sentir que estaba más excitada, la miró al rostro, ella tenía los ojos cerrados de la emoción, al abrirlos por sentir que había parado lo sintió a su lado de pié, ofreciéndole su pene, tan solo ladeó su cara y empezó a lamer el glande que goteaba.

La lengua rodeaba ese pedacito y se quería introducir por la pequeña rajadura que tenía, siguió hacia abajo rodeándolo siempre con su lengua, en círculos. Él cogiendo su cabeza hacía que entrara más su miembro en esa boca lujuriosa. Era un mete y saca que lo hacía lanzar suspiros.

Ella al sentir esa vena más pronunciada y el pene más caliente, la sacó.

La puso boca abajo, besaba su cuello de nuevo, su espalda, hasta llegar a sus nalgas, dándole pequeños mordiscos. Cogió su cadera y la levantó puso su glande en la vagina, jugaba a entra y sale, de arriba hacia abajo. La humedad de ella ayudaba a que se deslizara mejor.

¡ Métela ya! Gritó ella.

Él sonreía y la fue metiendo poco a poco, siempre agarrando su cadera, ella se movía al ritmo de su miembro. Gotas de fluidos y sudor caían al diván. Movía su pene de lado a lado, entraba y salía. Ella cada vez más excitada, gritaba:

¡asiiiii, dame más, te necesitaba!

¡toma, es todo tuyo! Decía él.

¡me vieneeeeeeeee, fuerte mas fuerte!!! Con movimientos de caderas más intensos.

Plas.

Plas.

Ahhhhhhhggggggg

Ahhhhhhgggggg

- Delicioso…si.. ahahah. Dejando escapar un largo suspiro ella.

El chico sacó su miembro de ella, muy firme. Pasó la mano por la vagina humedeciéndola de todos esos fluidos que derramaba al tener ese orgasmo. La llevó hasta su ano, frotándolo, puso su glande allí. Acariciaba la espalda de ella y besaba, mientras trataba de introducirlo por detrás, entró un poco, ella pegó un pequeño grito, pero no pudo escaparse la tenía bien sostenida de las caderas. Siguió introduciendo mientras ella escondía su rostro en el diván, hasta que entró todo. Paró unos momentos para que ella tomara fuerzas y evitarle sufrimiento

Cogió la cabeza de ella y volteó su rostro para besarle, movió su cadera introduciéndola mas, ella le mordió del dolor.

Él siguió dándole suavemente, pero estaba al tope. Ya ella no sentía tanto dolor e iniciaba un movimiento de cadera que lo hizo estremecer de pasión.

Agarró su cabello con suavidad y le dijo: me correré dentro de ti, sentirás mi leche caliente,

Sabrás cuanto te deseo aunque lo haya hecho con otras, eres especial para mi!

Ahhhhhhhhggggggg, asiiii mi reina!

Mordía los labios mientras eyaculaba dentro de ella, aprisionándola con sus manos hacia él.

Ella fue a darse una ducha, volviendo vestida. Él aun desnudo recostado en el diván.

- Dime algo, ¿has follado con alguien mas? – preguntó él.

Si lo hubiese hecho con alguien mas, ¿crees estaría aquí? – respondió.

- No te creo, te gusta mucho el sexo para no hacerlo. – dijo

Vuelve y juega, mejor me voy, que pases un resto de día fabuloso.- se despidió ella dándole un leve beso en los labios.

Sonicha (d.r.a.)