sábado, 10 de diciembre de 2016

DE NUEVO, MI MAS BELLA FANTASÍA


Y ahora surge suavemente como humareda frágil, 
todo aquello que nos hizo triste en medio de la alegría.
Tentando un ayer con esperanzas de salvar algo, 
ya que sin darme cuenta se ha desvanecido las fronteras adversas,
y ha vuelto a entrar con tibieza en mi mente esas horas vividas con amor.
Se afirma en mí, los recuerdos más lejanos,
 lo cual no es nada y es mucho a la vez. Sin color alguno.
Palabras, poemas, canciones; que no son más que sonidos en el vacío.  Soy como esa aguja magnética que siempre apunta hacia ti, 
perdiendo el sentido de poder seguir.
No quedan estrellas que iluminen mi universo, 
desgarros profundos en mi pecho, te echo de menos, bello ser.
Indolente madrugada, ojos ojerosos, soñando la derrota, recorriendo el camino con desidia y miedo ante lo inevitable. 
No sé responderle a la vida más que con otra pregunta,
 vivo y no detallo la existencia.
Llega la noche de nuevo y en el crepúsculo del amor, 
te reclamo con más anhelo,
pues tan solo la noche me entiende a la perfección, 
dejando que la soledad me cubra cuando 
no hay más que hacer que añorar.
Busco una salida, o una entrada, ya ni sé, 
enredándome en mis palabras que a veces ni yo entiendo. 
Como si mi presagio fuera una derrota.
De nuevo las horas pasan lentamente, 
el frío calando mis huesos, 
caminando lentamente, de un lado al otro, 
escucho el llamado de la brisa y te nombro,
 queriendo llegue mi grito a ti.  
Me fatigo por el peso de mis hombros cargando tu partida.
Deseo alcanzar tu universo, 
no tengo norte, escucho tus pasos, 
siento tus caricias, pero no llegas, no estás.
El viento…sigue entrando, extendiendo su mano hacia mí.
Hoy escribo llena de tristeza, 
con un nudo en mi garganta apretando mi cuello, 
viéndole los dientes a la vida cuando sonríe, 
tal vez de mi suerte, de mi agonía.
Hablo de mis realidades, de mil muros que acorralan mis estrofas.
De noches perdidas en la distancia, 
de presencias que avanzan tras de mi, 
queriendo encontrarme a oscuras; 
por donde ya no hay huella de nuestras huellas
Me arriesgo a reclamar una respuesta a los brazos del alba.  
a robarle pedacitos del tiempo al tiempo,
 tomando mi lápiz y escribiendo con lágrimas que jamás brotarán.
Mi piel se intranquiliza, mi cuerpo te reclama.  
Te fuiste dejando ese oscuro sol de mi derrota,
Surges dentro de mí, 
siento tu presencia hasta el más tierno cáliz de mi ser.  
Eres ese airecillo que acaricia el alma y calma la sed.
Ahora tú, eres quien camina con el rostro lleno de colores, 
no siente soledad.
No habitan recuerdos desgarrados, 
ya late tu corazón por nuevos horizontes.
 ¿Cómo es tu corazón? Ligero, orgulloso, duro como roca, 
de lata o tal vez frágil como una hoja seca.
Tal vez ahora al acostarme vuelvas a aparecer en mis sueños, 
sueños tan vividos y tan reales contigo, 
desvaneciéndose al despertar. y aun así me hace sentir viva.
La ilógica ya ocupa mis letras, el vacío ocupa mis pensamientos,
 no deja piense con claridad.
No quise enamorarme tanto de tu soledad, 
pero el corazón me decía: "sígue, ámale".
Fuiste mi más bella realidad 
en mis fantasías de tu mundo de mentiras.

                                                       Sonia, Sonicha(d.r.a.)