martes, 18 de julio de 2017

Y DUELE...



Y duele...
Si, duele otra noche donde el silencio de la soledad
nos abrasa junto a una mente que no se calla.
Gritar y acallar esos gritos sin sonido, pero que aturden,
emitiendo ecos al vacío.
Añorar una compañía, 
esa compañía que se da en un abrazo sin fin...
palpar el calor de una piel que te haga desear nunca soltarte,
sentir que no necesitas mas mundo que ese pequeño, pero
intenso momento que tienes en ese abrazo.
Sabes que la soledad, aunque hayas aprendido a llevarla,
llega el momento en que te quema, y hace ruidos indescriptibles.
Como aquel cuando alguien hace sonar un violín sin nunca haberlo
manejado para luego pasar a aquella melodía tan melancólica que
nos hace agitar el alma.
Aprecias ese nudo en tu garganta que va subiendo, aguando tus ojos
y esa lágrima rebelde asoma queriendo caer a torrentes... mas no vale
la pena llorar, nada arreglaría. A pesar de comprenderme, conocerme,
esa profunda soledad agita el sueño y no  lo deja conciliar.
Angustia  el alma y duele, vaya que sí duele.
                              Sonicha (d.r.a.)

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