viernes, 27 de enero de 2012

EL AMOR, DULCE TRAMPA



El amor hay que degustarlo, suavemente, dejarlo que llegue a las neuronas haciendo vibrar el cuerpo al paso que hace por tus venas y cada músculo de tu cuerpo.

El amor se debe tomar, satisfacer, que sea alegría en medio de tristezas, debe ser calidad no cantidad. Que sea un menú en cada momento con medidas y armonía.

El amor debe tener deseo sexual, ser un enamoramiento día a día. Saber que subimos al cielo y al infierno en milésimas de segundos, complementarlo con sexo puro, con erotismo. Ser egoístas al hacer el amor, como si fuera la última vez. Cada vez que se está juntos acoplarse totalmente, con lujuria. Que siempre sea gratificante. No buscar “recetas mágicas” sino crearlas con nuestro cuerpo y mente al entregarse.

Es cierto que el amor duele y siempre será así, bien sea por que se están juntos como por que estén separados, duele. Por eso es mejor tenerlo siempre activo, que cada uno tenga voz y voto, sin oprimir a ninguno, ser uno sin dejar de ser dos.

El amor es una “trampa dulce, una enfermedad que siempre se está esperando” es la espina clavada en nuestro cuerpo y la rosa floreciendo en el corazón, nuestra mente, reflejándose en el rostro.

Dulce trampa que al atraparnos nos hace una vida más feliz y placentera, aún sabiendo que puede tener sus consecuencias, hermosa adicción que puede “matarnos” o darnos vida.
 Sonicha

1 comentario:

TONI GIL dijo...

me parece buenísimo y ademas es lo mas real de lo que te he leído ENHORABUENA SONIA