hay un viaje de la empresa a un pueblo cercano,
Sarita lo hará en tren y dura dos horas
Debe hacer el viaje con uno de los
directores de la empresa, son varios y
no
se sabe cual será.
Se le cita para el día siguiente, a sus 8 de la
mañana debe estar en la estación. Cuando llega son sus 8:02
A.M. Llega corriendo cuando vio al
director
quien la miraba con cara de revolver 38.
Se sintió mal.
-Se le han pegados las sábanas señorita:
dice Jairo,
siga que ya se iba el tren sin nosotros
por su culpa.
Sarita subió al tren, detrás del
ejecutivo. Le miraba por detrás
describiéndolo
como
un hombre no muy guapo
pero si muy atrayente,
figura bien cuidada, elegante,
viaja con camisa
ligeramente abierta,
muy serio. déspota, pero vaya! que atrayente es
Los pasajes en el mejor sitio,
solo serán
cuatro personas dos en cada lado...
se acomodaron,
nunca lo había tratado,
sólo lo había visto en reuniones
pero sin prestarle
atención. Sarita le mira y le sonríe, él quita
la
mirada muy dura y enojada.
–oh parece que este viaje va a ser demasiado
largo, dos horas con
este ogro será fatal-
piensa ella.
Ya las chicas en la empresa
habían hablado de él,
como persona intachable,
que no le gustaban los líos en
la empresa
y muy serio, tanto que sólo
saludaba
por cortesía, pero nunca entablaba
conversación con nadie. En una sola
palabra: inconquistable!!! Que reto.
|
Me comentaron en Dirección que viajaría una
Ejecutiva de la Compañía, no
le conocía
hasta ahora, pensaba Jairo, le miro sorprendido
(que hermosa mujer
trabaja con nosotros
y yo sin saberlo)... pero no me interesa relaciones
en
mi trabajo, esto es solo una tarea que debemos
hacerla, además me molesta que
lleguen tarde
a las citas de trabajo. Seguiré viendo el paisaje.
Va a despegar el tren y los otros dos
pasajeros no llegaron, bueno creo mejor
me dormiré un poco.
Mi ropa es ligera, estamos en
verano
y el calor es insoportable, tengo puesto
una falda corta, blusa
drapeada muy escotada
pero con un saco encima creo me lo quitare,
veré si es
cierto lo que dicen en la compañía
que es inconquistable este chico,
Sarita
empieza a quitarse suavemente la
chaqueta aduciendo que tiene calor,
la blusa
queda al descubierto es bastante escotada
y no usa sostén pues no le gusta
casi nunca.
Le sonríe y él la mira, muy serio.
|
Que pretenderá esta chica, noto coquetería
en sus ojos, pero su forma de
quitarse el
saco es suave, con sutileza… toda una dama.
Tengo que fingir seriedad
e indiferencia....
me va ser muy difícil mantener el
tipo. Esa sonrisa casi me desarma.
Trato de mirar
sus ojos
con indiferencia, pero sólo es para desviar
la mirada a conciencia
de su escote tan pronunciado.
Tiene
unos pechos muy hermosos y
ojos mucho más bonitos,
ni qué hablar de sus
labios.
le mira y se presenta a sarita, ella sigue
sonriendo,abre la laptop y
lee cosas sin importancia,
notando su mirada insistente, espera a ver si
viene mas gente, pero el tren arranca...
solo viajaremos los dos allí .. Que
bien!!
|
Bien Sarita permítame que le diga que luce
maravillosamente bien, su
presencia en este
viaje espero que sea igualmente productiva
–dice Jairo-
ella no le contesta nada,
parece concentrada en su laptop,
eso le da la
oportunidad a jairo de mirar con
descaro
ese escote tentador y esas
piernas que
al sentarse han quedado muy descubiertas...
Parece ser viajaremos
solos en este departamento...
.una buena oportunidad para conocerla mejor...
|
Sarita mete su mano al bolso y saca una chocolatina,
le ofrece y él se
niega. Cambia de asiento, se sienta
frente a el, y empieza a lamerla
suavemente siempre mirándolo,
él evita su
mirada, parece no desea ser seducido,
pero ya lo está
|
Dice ummm que rico no sabes lo que te pierdes
(ahora con confianza jajaja)
sigue absorta
supuestamente en su chocolatina.
|
Es golosa y seductora en su forma de comer
la chocolatina, es una provocación
total.
Jairo trata de seguir
indiferente pero
no sabe por cuanto tiempo... su interior se
despierta y se
pone alerta, esa chica es una
tentación para él, pero no sucumbirá
|
Se nota que le encanta el chocolate, Sarita
– le dice Jairo.
|
un poco si me gusta Jairo, puedo llamarle así?
o falto al respeto
|
Por favor llámame Jairo con toda tranquilidad;
tenemos dos horas de viaje
y es mejor relajarnos.
( lo de relajarse no se lo cree ni él)
|
Relajarnos, dice! jajaa no sabe lo que
tengo en mi cabeza, en cuanto a lo
de relajarse,
seré quien lo vea caer a mis pies, al
inconquistable
– piensa
Sarita.
|
Me puedes descifrar lo que veo en mi pantalla?
le pregunta ella...
|
a ver déjame mirar
|
inevitablemente Jairo a clavado la mirada
donde reposa su laptop entre las piernas,
muy ligeramente abiertas
|
se hace al lado de ella y como esta
transpirando se siento su olor, que
delicia
,- le dice Sarita- que bien hueles,
se le acerca mas, queriendo
hacerlo sentir
mal o que se exprese en algo
|
como es habitual en Jairo, sus piernas
comienza esa danza de abrir y
cerrar
en tic nervioso que precede a la excitación
|
Gracias Sarita también he percibido un
agradabilísimo aroma el suyo y me
encanta ese toque de perfume que llevas.
Se acerca con la excusa de mirar la pantalla,
mirando su escote…
observa que no lleva
sujetador y tal descubrimiento lo pone más
nervioso,
ahora si excitado totalmente.
|
Sarita lo siente nervioso por
movimiento
de sus piernas, él dice, presta veo,
cuando quiso tomar la laptop
toco sus piernas,
mirando el escote. Cree se dio cuenta no
llevo sostén, tal
vez adrede o sin proponérselo,
toma su mano para que no la quite de su
pierna,
le mira y nota su deseo, con la otra mano pone
la cp. a un lado pero,
sin dejar quite su mano
de su pierna y le beso
no le deja pensar.. “será mío”, se dice
en pensamientos
|
Para mirar la pantalla, Jairo acerca su cara
a la de ella, sin rozarla,
su mano sin
poder evitarlo pasea por su pierna hasta
donde la falda ha
descubierto, sintió el beso
y se quedo sin habla.
|
La mira y le corresponde el beso,
beso con sabor a dulce chocolatina,
su
mano sube hasta donde está abierto
el escote, acariciando suavemente su pecho
sobre la tela, mirando como se marcaban
sus pezones. Sabía que ya nada podía
hacer,
había roto su lema del trabajo en no mirar
ninguna mujer, pero esta
chica le atraía
sexualmente con una seducción encantadora,
caía cual mosca en
la telaraña.
Sarita le abraza y acaricia su cabello,
lo hace apasionadamente, sus
lenguas se
buscan con deseo,
sintiendo que no aguantan mas el momento
de
pasión. Mete su mano entre su camisa
abarcando todo su pecho, Jairo con las
yemas de los dedos acaricia
su pezón,
sintiéndolo cada vez mas duro, grueso,
sigue la pasión en sus besos, ella empieza
a desabotonar su camisa,
mientras Jairo le
va quitando la blusa por sus hombros dejándole
sus senos
afuera, con desesperación la besa,
mordiéndole los labios, cogiéndola por la
nuca
con la mano que tiene libre y la otra apretando
su pecho con muchas
ganas al compas
del beso intercambiando roces con
sus lenguas.
Las caricias son repartidas, piel con piel,
que gozada de senos y pezones
le dan sus manos,
ahora bajándolas para volver a las caricias de
las piernas,
baja y sube su mano ahora entre
las piernas, por su muslo, ella empieza a
desabrocharle el pantalón, siempre
besándose,
entregados a ese deseo.
Se sueltan para acabarse de quitar la camisa
y la blusa, están con sus
torsos desnudos.
Jairo sigue recorriendo sus piernas hasta
tocar su fina tela
de la tanga, con sus
dedos recorre ese espacio maravilloso,
notando la
humedad de ella con la yema de sus
dedos.
Continúan con sus caricias, sus ganas,
sus deseos, su pasión, tocando,
palpando
cada vez con mayor excitación.
La acuesta sobre el asiento, sin quitarle
la corta falda, se la sube mas,
dobla sus piernas, corre un poco su tanga
hacia un lado y empieza a darle
besos en
su entrepierna con suavidad, le daba uno
que otro mordisco por la
cara interna de
sus muslos, comenzando desde su rodilla,
subiendo… subiendo…
al llegar a su sexo,
jugueteaba con él, recreándose con sus
alrededores, con
la punta de la lengua tocaba
su punto más erótico. Sarita se sentía morir
con cada corrientazo
que le llegaba a su
cerebro por los juegos de Jairo, movía sus
caderas al
vaivén de su lengua, cada contoneo
se confundía con el del tren. Jairo seguía
lamiendo sus labios menores, introduciéndole
su erecta lengua en la vagina…
ella le cogía
su cabeza con fuerza no quería terminara,
Jairo se irguió
quitándose el pantalón,
quedando en un precioso pantaloncillo pegado
a su
cuerpo, se le notaba lo bien que cuidaba
su cuerpo, buenas piernas, buen
trasero…
su erección se hacía muy evidente ahora.
Sarita se sentó, empezó a quitarle su
interior,
cuando lo tenía a media
pierna, tomó su pene
entre sus manos, dándole besos en el glande,
lamiéndole
hacia la base, luego subiendo como
si comiera un helado. Se desplazaba hacia
el
frenillo y lamía con rapidez la punta.
Absorbía el miembro en su boca,
succionándolo
una y otra vez. Acariciándole con la otra mano
sus testículos. Jairo sentía no poder más…
suspiraba…
De pronto se detiene el tren!!!
Sarita se
puso en pié vistiéndose rápidamente.
Jairo subió su ropa interior y poniéndose
el pantalón y camisa, se sentó
conteniendo
la respiración.
Se sentían agitados uno frente al otro,
Sarita volvió a su laptop y Jairo
abrió su maletín sacando unos papeles
de la oficina. Entro un guarda, pidiendo
disculpas se había
presentado un
inconveniente y debían bajarse en el pueblo
para esperar el
próximo tren. Dieron las
gracias,
mirándose empezaron a bajar a esperar
el siguiente arribo…
Sonicha
|
miércoles, 31 de agosto de 2011
EN UN TREN......erótico---- PRIMERA PARTE
EN UN TREN... erótico--- SEGUNDA PARTE
Buscaron una cafetería cerca, mientras le avisaban del próximo tren,
solicitaron cada uno un refresco.
No se miraban siquiera, Jairo rompió el silencio diciéndole:
-
espero me disculpes me dejé llevar por el deseo, no es mi forma de
proceder.
-
No se preocupe señor, creo los dos nos dejamos llevar por el momento. Mas aún por que estábamos solos, espero no se arrepienta de ello. –dijo Sarita.
-
No es eso, señorita, sino que las relaciones en la empresa no son de mi
gusto. Espero no se vuelva a repetir, no
me lo perdonaría.
-
Y si se volviera a repetir, me despediría?
Por que de por si, usted fue un reto que quise tomar. Me gustó todo,
pero no me gusta de pronto las advertencias.
Seria otro reto mas que llevar a cabo
-
Es usted como un poco atrevida, señorita.
Y no se preocupe no la despediría de su trabajo, sé que es una gran
ejecutiva y querrían saber el por que la despedí. No quiero dar explicaciones a nadie. Y que quede esto entre los dos.
-
Que cosa? Si no hemos hecho nada, Sarita se ríe con ganas. Jairo la mira con disgusto.
-
Se burla usted de mi?
-
Me burlo de su antipatía y su forma machista de tomar las cosas. Nadie es
inmune a una chica que quiera provocarlo y vi que usted no es la excepción, por
mucho que quiera aparentar en la empresa. Cayó!!!
-
Jairo se levantó de la mesa con furia, no miro atrás.
Sarita se termino su refresco y fue a sentarse a esperar, Jairo no la
miraba. Ella se sonreía en sus adentros.
Llegó el nuevo tren, abordaron. Igualmente les correspondió un sitio para
cuatro, lo cual sabían serían los dos solos.
Jairo sacó unos papeles de su maletín, empezó a leerlos sin mirarla. Sarita abrió su laptop y empezó a escribir,
sonriendo y mirándole de reojo, notaba su enfado.
Arrancó el tren y Sarita empezó a quitarse la chaqueta, Jairo la miró y le
dijo:
-
señorita por favor, nos quedan 45 minutos para llegar y no deseo llegue a
la reunión con esa blusa que para nada es presentable.
-
Perdón señor, cuando estemos llegando con gusto me pongo mi saco, en este
momento tengo mucho calor. Además puedo
hacer lo que me plazca aquí, mientras no este en la reunión.
-
Es usted una chica muy altiva y eso le resta muchos puntos a su favor, que
egocéntrica me resulto.
-
Sarita se ríe a carcajadas, aún ofendido señor?
-
Jairo se paró del asiento con más furia aún, se hizo frente a ella, quien
lo miraba hacia arriba ya que estaba sentada.
Le quitó la laptop de sus piernas, la levantó y empezó a besarla con
mucha furia. Me lastimas, dijo Sarita.
Esto es lo que quieres? Me querías a tus pies? Pues sí, me mata el deseo de
poseerla, de hacerla mía y esa cara burlona me enerva, me saca de mis
casillas. Le quitó el saco y la blusa,
besando sus pechos, tratando de lastimarla, seguía en el cuello, sus labios,
siempre con furia. Siguió hacia abajo, le quito la falda. Sarita le
desabotonaba la camisa, él mismo se la acabo de quitar e igualmente su
pantalón, dejando su interior. La acostó sobre el asiento, le quito sus bragas,
volvió a darle besos fuertes en la parte de adentro de sus muslos, hasta llegar
a su sexo, movía su lengua dentro de ella. Sarita se movía con fuertes
contracciones, él le tapaba la boca para que no gritara, mientras su lengua y
labios hacían de la suya en la vagina de Sarita.
Paró de hacerlo, bajo un poco su interior, Sarita quedó viéndole su
miembro, estaba que estallaba, se alzaba impotente, brilloso en su punta. Se
puso sobre ella y se lo introdujo, siempre con fuerza, se notaba quería
lastimarla, entraba, salía. Le besaba los labios, halándoselos, su cuellos, sus
pezones, su vientre, mientras seguía poseyéndola. Se hizo hacia atrás y volteó
a Sarita, sin lubricarla la poseyó por
detrás, Sarita, gritó. Eso querías? Pues
allí tienes, la besaba por su espalda, besos apasionados ya más suaves, entraba
y salía de ella, parando solo para besarla y acariciar sus senos. Ahora besaba
y besaba su cuello, acariciaba su cabello.
“que bien hueles” – decía Jairo- me gustas, si, me gustas. Eres una mujer muy hermosa, sensual,
provocativa; pero no me gusta se burlen de mi.
Se paró, quiso vestirse y Sarita se le acerco a besarle, sus labios
poseyeron los de él en un fogoso encuentro, sus lenguas se enredaban. Hizo que
se sentara en el asiento y ella encima de él, empezó a cabalgar, los dos
besándose, él se recreaba viendo sus senos moverse al vaivén del movimiento de
ella, los tomo entre sus manos, absorbía sus pezones, los lamía, apretaba… ya no puedo mas Sarita, córrete ya!!!
Sarita ahora se movía mas fuerte, apretando su vagina, Jairo la besaba con
deseo incontenible. Hasta que los dos al mismo tiempo llegaron al clímax,
sigue, sigue no pares! Decía Jairo mientras tenia su orgasmo, Sarita seguía y
seguía hasta que quedo con la cabeza recostada en el hombro de Jairo, sentada
sobre su pene. Se dieron un beso muy apasionado. Buscaron toallas desechables, y limpiándose se
vistieron.
Jairo se sentó al lado de Sarita y le dijo: perdóname por haber sido un
bruto, me enfureció tu burla y sí, sucumbí a tus encantos, no cualquiera se
niega, sólo deseo no se sepa en la empresa, pero cuando desees nos seguiremos
viendo. Sólo quiero decirte que fue tenaz y muy excitante.
No pasa nada Jairo, igualmente me sentí muy bien, es cierto que tuviste un
rato que te portaste como un animal, pero fue riquísimo y un buen final. Nadie
sabrá en la empresa y no tengo problema en que nos veamos nuevamente.
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